Hemos mencionado que los núcleos, en presencia de un campo magnético externo intenso, se alinean a favor o en contra del campo y quedan así distribuidos en dos niveles de energía, cuya diferencia equivale a una radiofrecuencia con la que puede lograrse la “resonancia”. Esto es válido tanto para 1H por un lado, como para 13C por el suyo.